Día 12 del confinamiento:
47.611 infectados, 3445 fallecidos. Todo va demasiado rápido...
Estos días pasados el Presidente del Gobierno realizó sendas comparecencias públicas. Intenté escucharlo entero pero la falta de autocrítica, el poner en el "bando del virus" a aquellos que le están criticando o responder con eufemismos a preguntas concretas acabó por hacerme apagar la televisión.
Y por supuesto también hubo ronda de tirar balones fuera y aludir a que es muy fácil quejarse del presente mirando al pasado.
Veamos, aquí tenemos que estar todos unidos, pero es necesario para afianzar la lucha en común, que se hagan la cosas bien y que, si se cometen errores, estos se reconozcan, se pida perdón y a seguir luchando (y ya se rendirán cuentas si es preciso).
Pero la estrategia del "a toro pasado" no cuela ya. Había no pocos indicadores de cómo la enfermedad podía evolucionar, China primero e Italia después mostraron patrones de desarrollo del virus y aún así no se tomaron medidas.
La queja, señor Presidente, no está en que el virus acabase llegando sino en CÓMO. Pues viendo el patrón de avance en otros países, se podría haber actuado en consecuencia, pero lejos de tomar medidas preventivas, no se hizo nada e incluso se alentaron conductas negligentes propiciadoras del contagio. (Permitir manifestaciones y actos públicos, no controlar a los viajeros españoles e italianos provenientes de zonas infestadas, etc, etc)...
Medidas, aunque fueran pocas, y que aunque no evitasen la llegada del virus, que al menos favoreciesen un impacto mucho menor del mismo.
¿Hubieran sido impopulares? Seguramente.
¿Esperó el gobierno hasta que no pudo tensar la cuerda para tomar medidas?. Pues, en la práctica sí, pero esperemos, por salud democrática, que en lo profundo de sus despachos, no estuviesen esperando a actuar en el momento en que menor factura les podría pasar.
Ahora sobre los países de hispano-américa se cierne la misma amenaza que cayó sobre España hace dos semanas. En su manos está evitar lo peor. Me ha parecido ver que algunos países han tomado medidas drásticas pero otros están quitándole hierro al asunto.
El resultado pues no es difícil de prever, es un patrón que se va a volver a repetir. No tropecemos tres o cuatro veces sobre la misma piedra, sino va a parecer verosímil la idea paranoide de algunos de que quizás a ciertos gobiernos les interesa quitarse población de en medio, puesto que sino no se entiende tal negligencia.
Cuídense.
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